Luis de Góngora y Argote (1561-1627) fue un presbítero
cordobés cuyo particular empleo del lenguaje creó escuela: el culteranismo.
El antagonista de Góngora, fue Francisco Gómez de Quevedo
Villegas (1580-1645) un madrileño nacido en la cuna de la baja nobleza. y que representaba
a los conceptistas.l
Ambos coincidieron en Valladolid, y se establecieron en la ciudad castellana
buscando el mecenazgo de cortesanos poderosos que les abriesen camino en la
ascensión a la cima literaria y en la pirámide social.
Góngora tachó a Quevedo, entre otras lindezas, de patán
ignorante del griego que se afanaba en traducir y de enfebrecido catador del
vinazo tabernario, refiriéndose a él como: “Francisco de Quebebo”.
El madrileño por su parte, no dudó en tildar a Góngora de
clérigo huraño, de homosexual, de amigo de los naipes y sobre todo, de lo peor
que un español podía ser acusado en aquellos años: de judío.
Se dice que Quevedo
compró la casa donde vivía un Góngora arruinado,( en la actrual calle Quevedo
de Madrid) para que su enemigo quedara en la calle.
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