Javier Fernández suma
ya tres publicaciones científicas sobre las propiedades de este material
biodegradable que podría jubilar al plástico y abrir nuevas vías de
investigación en medicina, industria e impresión en 3D.
Ha estudiado
minuciosamente los caparazones de insectos y crustáceos. Así, dio con las bases
para crear el shrilk, una mezcla a base de quitosano —material presente en
caparazones de crustáceos e insectos— y fibroína —una proteína de la seda—.
El investigador
insiste en que no están creando un nuevo material. "Empleamos técnicas de
microelectrónica y nanotecnología para diseñar la estructura y las propiedades
extraordinarias que posee el quitosano en la naturaleza para poder, así,
destinarlo a otras aplicaciones”, explica.
El científico dice
que “aproximadamente en un par de años” la producción de quitosano puede ser a
gran escala. Aún así, añade que “el uso de bolsas de plástico es algo que se
podría solucionar fácilmente desde el punto de vista legislativo, ya que la
sociedad no tendría muchos problemas en usar bolsas de tela”. En cambio, el uso
del plástico a más alta escala “sí que requiere de un desarrollo tecnológico
con nuevos materiales que no tengan impacto medioambiental”....SIGUE LEYENDO
1 comentario:
Muy interesante
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