Una mujer del norte de Michigan ha hecho una particular interpretación de “La última cena” de Leonardo da Vinci, con la pelusa de la lavandería. Laura Bell, de Roscommon, recolectó la pelusa que quedaba en su secador para compaginar laboriosamente una reproducción de la obra maestra de 4.25 por 1.25 metros (14 por 4 pies).
Bell dice que necesitó unas 800 horas para conseguir suficiente pelusa, y 200 horas para recrear la imagen. Desde luego "hay gente pá tó"
Bell dice que necesitó unas 800 horas para conseguir suficiente pelusa, y 200 horas para recrear la imagen. Desde luego "hay gente pá tó"
1 comentario:
pues le quedó genial!
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