En 1976, el biólogo Robert E. Gill Jr. llegó a la costa sur de Alaska para hacer un sondeo de las aves que se preparaban para las migraciones de invierno. Una especie en particular, unas aves zancudas llamadas agujas colipintas, lo intrigaron profundamenteFinalmente, en 2006, la tecnología dio alcance a las ideas de Gill. El investigador y sus colegas pudieron implantar transmisores satelitales en las aves mencionadas y rastrear su vuelo.
Como lo había sospechado, las colipintas salieron sobre mar abierto y volaron hacia el sur por el Océano Pacífico. No se detuvieron en ninguna isla a lo largo del camino. En lugar de eso, viajaron hasta 11 mil 425 kilómetros en nueve días, el vuelo más largo sin escalas jamás registrado. Desde entonces, los científicos han rastreado una cantidad de aves migratorias. Sus resultados dejan claro que la aguja colipinta no está sola. Otras especies de aves pueden volar miles de kilómetros sin parar en sus migraciones, y los científicos anticipan que al tiempo que recaban más información, más aves se unirán a estas filas de élite.
1 comentario:
me gusta mucho tu blog :D!!!! ya te seguía en el jardín de los sueños, pero estas curiosidades son lo mas!
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