En España estamos viendo en TV una serie que recrea la vida de Carlos I emperador y a mi me ha llamado al atención este idilio que no conocía.
Al año siguiente de
fallecer su abuelo Fernando, Carlos I de España —futuro Emperador— llegaría a
España, conociendo en Valladolid a su abuelastra Germana de Foix.. Carlos tenía 17 años
y Germana 29.
En su testamento su abuelo Fernando el Católico le
mandó a su nieto Carlos que velara por ella: “pues no le queda, después de
Dios, otro remedio sino sólo vos”
. Pronto el joven rey Carlos se puso a cumplir
con entusiasmo la manda testamentaria de su abuelo Fernando, ya que se ocupó
intensamente de la viuda. Al inmediato buen entendimiento contribuyó la gran
belleza de Germana y el que ambos tuvieran el francés como lengua materna.
Poco más de un año
después de conocerse, Carlos le procuró a Germana la hija que su abuelo no
consiguió concebir: la
Infanta Isabel de Castilla. El joven rey nunca la llegaría a
reconocer... SIGUE LEYENDO
No hay comentarios:
Publicar un comentario