miércoles, 4 de agosto de 2010

Mirar un cuadro

MIRA EL CUADRO Y LUEGO LEE
El hombre del guante - Tiziano ( Museo del Louvre)
Este retrato, nos confronta con la apoteosis de la individualidad: hace palpables los pliegues del yo. Un yo que irrumpía en el Renacimiento con el ímpetu de una fuerza enterrada durante un milenio. El cuadro de Tiziano parece estar a punto de revelarnos algo. Ante él, casi desciframos el susurro de una confidencia que nos será finalmente negada. Sentimos que el pintor ha entreabierto unas puertas que se cierran de golpe -como los discretos labios de su modelo- cuando estamos a punto de entrever lo que hay detrás
Una de sus manos está cubierta por un guante; la otra está desnuda. No se trata sólo de una convención para indicarnos la noble condición social del modelo. Es un eco del contraste entre sus labios cerrados y su mirada abierta. Todo en él está a la vez oculto y revelado.

( a veces hay que mirar un cuadro dos veces)
Vía:
El rio de heraclito

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