martes, 5 de abril de 2016

La leyenda del panadero cornudo


En el flanco izquierdo de la Catedral de Santa María del Fiore, en la plaza del Duomo de Florencia, en la parte superior de una columna portante, se encuentra la cabeza de un toro que asoma sobre una arcada de la parte posterior del ábside de dicha catedral.

En realidad se trata de la representación de una vaca, grácilmente situada, para honrar a los animales que colaboraron, a lo largo de los siglos, en el trabajo de tan magna obra arquitectónica. Pero la fantasía popular, llena de la picaresca que le caracteriza, vio en esa imagen la cabeza de un toro, surgiendo de inmediato una leyenda rocambolesca.


La cabeza del Toro de la discordia
Esa cabeza de toro, dicen, fue colocada por uno de los maestros canteros que trabajaban en la construcción de la nueva catedral, para zaherir y mofarse de un panadero cercano.
Al parecer, el cantero era, desde largo tiempo atrás, amante de la mujer del panadero, que tenía el negocio a poca distancia de la Iglesia en construcción.
Como siempre ocurre en estos casos, los rumores y las burlas circulaban por doquier y eran de dominio público, mucho tiempo antes de llegar al conocimiento del interesado, hasta que, al fin, el panadero descubre el enredo, entre su mujer y el cantero, procediendo de inmediato a denunciar a ambos ante el Tribunal Eclesiástico.
Localización de la cabeza, parte superior izquierda
Tras el proceso correspondiente, los dos amantes fueron condenados a interrumpir su relación y en venganza el cantero colocó, justo frente a la casa del panadero, la cabeza de “el toro cornudo”, como se le conocía, así que el pobre panadero cada vez que se asomase a la puerta de su negocio, se encontraba frente a él el recuerdo de aquel adulterio.
¿ VERDAD O FABULA?



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