En el flanco
izquierdo de la Catedral
de Santa María del Fiore, en la plaza del Duomo de Florencia, en la parte
superior de una columna portante, se encuentra la cabeza de un toro que asoma
sobre una arcada de la parte posterior del ábside de dicha catedral.
En realidad se trata
de la representación de una vaca, grácilmente situada, para honrar a los
animales que colaboraron, a lo largo de los siglos, en el trabajo de tan magna
obra arquitectónica. Pero la fantasía popular, llena de la picaresca que le
caracteriza, vio en esa imagen la cabeza de un toro, surgiendo de inmediato una
leyenda rocambolesca.
La cabeza del Toro de
la discordia
Esa cabeza de toro,
dicen, fue colocada por uno de los maestros canteros que trabajaban en la
construcción de la nueva catedral, para zaherir y mofarse de un panadero
cercano.
Al parecer, el
cantero era, desde largo tiempo atrás, amante de la mujer del panadero, que
tenía el negocio a poca distancia de la Iglesia en construcción.
Como siempre ocurre
en estos casos, los rumores y las burlas circulaban por doquier y eran de
dominio público, mucho tiempo antes de llegar al conocimiento del interesado,
hasta que, al fin, el panadero descubre el enredo, entre su mujer y el cantero,
procediendo de inmediato a denunciar a ambos ante el Tribunal Eclesiástico.
Localización de la
cabeza, parte superior izquierda
Tras el proceso
correspondiente, los dos amantes fueron condenados a interrumpir su relación y
en venganza el cantero colocó, justo frente a la casa del panadero, la cabeza
de “el toro cornudo”, como se le conocía, así que el pobre panadero cada vez
que se asomase a la puerta de su negocio, se encontraba frente a él el recuerdo
de aquel adulterio.
¿ VERDAD O FABULA?
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