En el año 1783 una
erupción volcánica durante ocho meses en la fisura de Laki (o Lakagígar) en
Islandia emitió una nube tóxica que acabó con el 20% de la población del país.
El fenómeno tuvo un impacto climático global capaz de generar catástrofes y
hambrunas que mataron a un total de 6 millones de personas. El verano de 1783 en Reino Unido pasó a la
historia como el “verano de arena” por la caída constante de cenizas, mientras
una bruma que parecía interminable (consecuencia de los gases del volcán) se
dispersó por todo Europa.
Fue una de las
mayores catástrofes medioambientales de la historia europea.
Laki es una fisura
volcánica con 130 cráteres, parte del volcán Grímsvôtn, un fenómeno geológico
con un potencial destructivo desmesurado
Las consecuencias de
la erupción y como llegaron hasta Egipto sigue leyendo
2 comentarios:
Muy interesante. La fuerza de los fenómenos naturales es fuerte y devastadora, no digamos un volcán.
Muy buen post.
Saludos!!!
Muy interesante. La fuerza de los fenómenos naturales es fuerte y devastadora, no digamos un volcán.
Muy buen post.
Saludos!!!
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