Quiere decir afable, dispuesto a cualquier broma o diversión, y viene del estado mexicano de Campeche, en Yucatán, una tierra fértil y de buen clima cuyos habitantes tienen fama de abiertos y simpáticos. La voz Campeche venía a su vez del maya ahkinpech, que significa sacerdote que viene del sol. El adjetivo campechano cuajó en el siglo XIX en relación a la riqueza y generosidad que se atribuyen a los indianos que habían hecho fortuna en América.
1 comentario:
Pero qué cosas tan interesantes! Acabo de descubrir tu blog y me gusta un montón. Te sigo. Un saludo!
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