En un bosque de tubos de ocho metros de alto, cerca de Alicante, en el este de España, nacerá el que puede ser el carburante del mañana: biopetróleo producido con unas microalgas que se alimentan del anhídrido carbónico que despide una fábrica vecina.
Cerca de 400 tubos de color verde oscuro en los que crecen millones de micro-algas se levantan en una llanura de esta región oriental española, junto a una cementera, que despide CO2, un gas que es capturado y llevado por medio de tuberías hasta la pequeña fábrica de biopetróleo.
Investigadores franceses y españoles de la pequeña empresa Bio Fuel Systems (BFS) desarrollan desde hace cinco años este proyecto, todavía experimental… sigue leyendo
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