lunes, 26 de mayo de 2014

La controvertida primera medalla olímpica española


La respuesta a la pregunta “¿Quién logró la primera medalla olímpica española?” debería ser rápida. Pero no es así. Aparecen dos. De hecho, tres.
El COI lo tiene claro. La primera metalla española es el oro que logró la pareja de cesta-punta formada por José de Amézola y Francisco Villota en los Juegos Olímpicos de París 1900.
Pero los diarios y algunas federaciones implicadas nombran otro logro: la plata que logró Pedro José Pidal y Bernaldo de Quirós en los mismos Juegos Olímpicos de París en la modalidad de tiró con escopeta al pichón
Los Juegos Olímpicos de París 1900 fueron un cúmulo de competiciones polideportivas celebradas en el seno de la Exposición Universal que erigió la Torre Eiffel . Fueron auspiciadas y protegidas por el Baron de Coubertin.

El historiador Bill Mallon publicó ‘The 1900 Olympic Games: Results for All Competitors in Al Events, With Commentary’.El consideraba inválida la medalla de Pidal ya que éste recibió un premio económico por ella cosa que convertía el torneo en el que participó en ‘no amateur’. Por ello, el COI le despojó del honor y se lo otorgó a De Amézola y Villota.

Lo más curioso del caso es que De Amézola y Villota, pese a ser inscritos como ganadores, nunca vencieron en partido alguno. En el torneo de cesta-punta celebrado en París en 1900, se inscribieron dos parejas, ellos dos y una pareja vasco-francesa de apellidos Durquetty y Etchegaray que se acabó retirando por algún tipo de discrepancia con la organización dejando el oro libre para De Amézola-Villota.



lunes, 19 de mayo de 2014

El mal uso de un retrete hundió un submarino alemán



La flota de submarinos fue una de las armas más temidas del ejército nazi, sobre todo en los primeros años de la Segunda Guerra mundial.
A diferencia de lo que ocurría con los submarinos estadounidenses y británicos, los alemanes solo disponían de dos retretes que únicamente podían ser usados cuando navegaban cerca de la superficie, patra ahorrar espacio Además carecían de un tanque séptico, por lo que los inodoros vertían su contenido directamente al mar.
Cuando el submarino navegaba a mucha profundidad, los miembros de la tripulación tenían que utilizar cubos, generando muchos olores.
Por ello, los ingenieros alemanes decidieron diseñar un sistema de sanitarios de alta presión, para que los retretes pudieran funcionar a grandes profundidades. El primer submarino en incorporar esta mejora fue el U-1206. Apenas una semana después , el capitán del submarino, Karl Adolf Schlitt, utilizó el servicio, mientras el submarino se desplazaba a una profundidad de 200 pies, sin solicitar la ayuda del especialista. Schlitt trató de seguir las instrucciones del manual, pero el retrete no parecía funcionar correctamente. Cuando el especialista intervino, este abrió una válvula que conectaba con el mar sin cerrar antes otra interior, lo que provocó que el submarino comenzara a inundarse.... SIGUE LEYENDO para conocer el desenlace


lunes, 12 de mayo de 2014

La bofetada que cambió la historia de España


El más celebre bofetón de España que cambió el curso de la historia, desencadenaría tres guerras cíviles.
Sucedió un 22 de Septiembre de 1832, durante la agonía de Fernando VII. Su ministro de Gracia y Justicia, D. Francisco Tadeo Calomarde,  había conseguido que el rey, ya muy enfermo firmara un documento a favor de Carlos María Isidro de Borbón,  hermano del monarca,  por el que volvía a estar vigente la "Ley Sálica".

Luisa Carlota de Borbón, hermana de la reina, Maria Cristina de Borbón,  ya moribundo el rey, se las ingenia para convencerlo  de que firmara el Real Decreto de la abolición.
Cuando llegó junto al lecho Calomarde, increpó acremente a Luisa Carlota, tratando de arrebatarle de las manos el decreto, pero ella respondió con unas recias bofetadas.
El ministro, ante la cara de pasmo de la reina,  y  los cortesanos que asistían de rodillas a la agonía del Rey, dijo la famosa frase “manos blancas no ofenden” dejando correr la cosa.




lunes, 5 de mayo de 2014

La gaviota que destruyó la Fuerza Aérea de la República de Benín



La República de Benin, un pequeño país de África occidental, fue una colonia francesa hasta que consiguió la independencia el 1 de agosto de 1960
En abril de 1972, y mediante un golpe de estado, tomó el poder el militar Mathieu Kérékou. La cooperación con la URSS le permitió obtener financiación para construir un campo de aviación en Porto Novo para poder utilizar los 5 aviones de combate Mirage III capturados a los franceses tras su independencia.

En 1987, Mathieu Boya, un aficionado al golf , practicaba golpeando unas bolas junto al campo de aviación. Una de sus bolas golpeó una gaviota en vuelo. Quedó aturdida y cayó sobre la cabina abierta de uno de los Mirage que rodaba por la pista. Cuando la gaviota volvió en sí, comenzó a batir sus alas violentamente y a picotear al asustado piloto. Perdió el control de la aeronave y se estrelló contra los otros cuatro Mirage que estaban estacionados junto a la pista… el choque provocó una explosión que destruyó toda la Fuerza Aérea de Benín (Force Aérienne Populaire du Benin). La gaviota consiguió escapar antes de la explosión, pero Mathieu Boya fue a la cárcel al no poder hacer frente a la multa impuesta (el coste de los 5 cinco aviones).

Y para demostrar que los benineses tienen sentido del humor, en 2002 se fundó la aerolínea Benin Golf Air.

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